Los Ritos De La Lucidez

Lucidity

Drew Wootten


No hay curso húmedo
ni soliloquio excéntrico
sin la prosa arrítmica
del dolor infame
sin la herejía cómplice
de medianoche
donde solo el insomnio entiende
los ritos de la lucidez.


Cavernario dolor
entre las tripas
ambiguas en su majestad y potestad
de hambres
enjutas en su lecho
que no de muerte
pero sí de días inútiles a la deriva.


Mendiga de pérdidas
si no fueran vastas
si no fueran misóginas entre ellas.


El pudor resulta falso
para el que de dolor no entiende.


Esas madrugadas húmedas
de esterilidad
ese silencio permitido y solapado
ese grito ahogado en la célula
en la médula
en las ingles.


Harta…
expedir podría mi referéndum mortuorio
pero excéntrica
muero
sin invitar a la protagonista.


Poly Morfa

Esbirro Dice:

Sublime, que belleza la puta madre.
Mas tarde, con más tiempo, dejo una critica como esta poesía merece y solicita.
José Cemento.-

A Ifi le ha encantado

Lo que me ha parecido hermoso de este poema son las imágenes logradas.
Nada en ellas es rígido, mas no escapan ni por un segundo a la realidad más práctica y técnica.
Nada en ellas es frío y sin embargo hablan con claridad y dejan su mensaje nítidamente dibujado.
La poeta no deja nada librado a los caprichos del lector: lo que se sintió y se quiso expresar, se expresó.
La belleza de la soledad en la noche desierta no se hace esperar, y ya en la primera estrofa, con formidable destreza, nos sumerge en un ambiente de desolación y serenidad, de tristeza y de autocomprensión. Esta estrofa nos avisa lo que se viene, es como el viento frío que sopla con estrépito antes de la tormenta.
Y la espiritualidad de la oscuridad no muere en ella misma, porque el efecto fisiológico del dolor se plasma en líneas de belleza suma, donde la poeta no fenece, pero si padece cada momento que se vive: lo terrible, la aflicción aquí no es el dolor, es la conciencia de este. Tripas, que termino mas apropiado eligió la autora.
Y el aforismo que este escrito, con su honda e insondable profundidad, merecía se nos regala en dos versos exquisitos:

‘’ el pudor resulta falso
para el que de dolor no entiende’’

Esto es un destello de Nietzsche antes de su Ecce Homo, cuando aun padecía sus propios ritos de lucidez. Dichoso de el cuando perdió la cordura.

Algo muere al final, muere y arrastra tras de si la esperanza, el deseo, los planes. Se lleva la pujanza y mengua los ímpetus, pero la guadaña no esd despreciada, se la recibe con indiferencia, se la invita a pasar por mera cortesía.
La muerte no ha de llevarse la vida, mas la vida será una constante muerte.
Soberbio poema, todo es tan sutil y grácil, la ambientación nos maneja la recitación a su antojo, la lectura es fluida, serena, cadenciosa.
Mis felicitaciones.
Me gustó.

José Cemento.-