En Lecho Chauvinista

Las calles son líquidas.

Masas amorfas
confabulan
en litigios mórbidos
obsoletos ante la intemperancia de las ganas
que siempre triunfa.

Féminas, así tildadas,
reclutan neuronas
en los glúteos
luego como fetos malparidos
dan a luz sociedades
que reniegan su primer país.

Después entre sábanas violáceas
conjuran.

- dentreso también nací –

en dialéctica de agua
que bendita, exonera.

Mujer
sórdida, profusa

en lecho chauvinista tu macho, duerme

y tú, polvo intergaláctico
de un dios seminal
con tu vientre pedestre
y tus calles simbióticas
aprendes a ser

como si supieras.