Coexistir

Enmarcados los temores
con hollín del tiempo
y serpentina bicolor,
el ser fluye
innombrado
se aletarga a tu orilla
empecinado a tu centro
donde te engulle
te persiste
te persigue
sin hallarte.

Un grito gris y desdentado
cuelga de mi cuello
como souvenir.

Descubierto
como tierra fértil
tu cuerpo,
tus brazos largos como destino
superpuestos sobre podredumbre
consignas elucubran.

Explicar tus brazos es una cosa
tus manos, otra
de la que no quiero hablar.

Semejanza de arrecife
tus sentimientos
pálidos y sintéticos
sumergidos a grosso modo,
afiladas dagas
hieren tildes,
puntos y comas
sintaxis moribunda
en cuyo último estertor
apenas entiendo
apenas
y mis pies se quedan
en este subsuelo afligido
hundido hasta las rodillas.

Enmarcados los amores
que ruedan por tus ingles
con desvelo perpetuo,
el ser se enmohece
sin tu orilla
empecinado en tu desdén
que rasga,
tuerce
devorando los embriones
de su estupidez
construyendo olvidos
espasmos de llanto
donde coexistir.