En el limbo
tu sustancia se cuaja
como en proyecto científico.
La carne, ayer, vívida
se deslava con gritos
de incredulidad…
no puedes morir.
Y sin embargo, en el cuarto de enfrente
algún malvado habrá
alguno que te llama desde Olimpo,
que te degusta en guiso caliente.
Y en el escarnio, ese,
tu figura frágil
tus pechos gráciles
se rehúsan
pero al destino
le fueron suficientes
tus treinta y uno.
Hoy he puesto tus films
y temo decirte
que a pesar de tu esfuerzo
aún luces muerta.
tu sustancia se cuaja
como en proyecto científico.
La carne, ayer, vívida
se deslava con gritos
de incredulidad…
no puedes morir.
Y sin embargo, en el cuarto de enfrente
algún malvado habrá
alguno que te llama desde Olimpo,
que te degusta en guiso caliente.
Y en el escarnio, ese,
tu figura frágil
tus pechos gráciles
se rehúsan
pero al destino
le fueron suficientes
tus treinta y uno.
Hoy he puesto tus films
y temo decirte
que a pesar de tu esfuerzo
aún luces muerta.
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