Alguien que adora a los gatos no puede ser mala gente, aunque tampoco si no le gustan. La bondad y la belleza puede encontrarse en una simple mirada.Un besico.
Alguien que adora a los gatos no puede ser mala gente, aunque tampoco si no le gustan. La bondad y la belleza puede encontrarse en una simple mirada.
ResponderEliminarUn besico.